La mayoría de los pacientes con inflamación ocular no presentan síntomas. Una inflamación ocular (uveítis) sin tratar puede llevar a cicatrices en el ojo, glaucoma (presión intraocular incrementada), cataratas e incluso ceguera. Por esto es necesario ir a un oftalmólogo u optometrista para realizarte exámenes regulares de los ojos. Aun si no tienes una inflamación ocular activa, todavía debes ir a exámenes oculares regulares.
Exámenes oculares regulares
Los pacientes pueden desarrollar una inflamación ocular cuando sus articulaciones están en remisión. Por tanto, incluso si tus articulaciones no están causando problemas, y no necesitas ver al reumatólogo con frecuencia, todavía necesitas ir a que te hagan exámenes oculares.
Tu reumatólogo te dirá con qué frecuencia tus ojos necesitan ser examinados. Esto dependerá de un par de cosas. Hay ciertas cosas que pueden poner a tus ojos en un mayor riesgo—o hacer que tengas más probabilidades de desarrollar uveítis:
- Si te diagnosticaron artritis antes de los siete años de edad
- Si el resultado de tu análisis de sangre da positivo a anticuerpos antinucleares (ANA).
Si cualquiera de estos es aplicable en tu caso, tendrás que ir a consultas con más frecuencia durante los primeros cinco años después del diagnóstico de la AIJ.
Durante el examen ocular, tu oftalmólogo puede poner unas gotas especiales en tu ojo para hacer que las pupilas se dilaten temporalmente. Esto le permite al oftalmólogo ver mejor el interior del ojo. Entre unos 30 y 40 minutos después, el medicamento surtirá efecto. Tus pupilas estarán dilatadas, tendrás visión borrosa (especialmente a la hora de ver las cosas que están cerca) y quizás un poco de sensibilidad a la luz brillante. Puede ser útil traer gafas de sol para la vuelta a casa.
También, durante el examen, el oftalmólogo realizará un examen con la lámpara de hendidura. Esta prueba no causa ningún dolor. El oftalmólogo usa un microscopio especial de alta potencia para mirar el interior de tu ojo en busca de cualquier señal de inflamación. Tú simplemente pones la barbilla sobre un soporte especial mientras el médico examina tus ojos.
La frecuencia con la que tengas que realizarte los exámenes oculares dependerá de tu riesgo de desarrollar problemas oculares. Tu oftalmólogo y reumatólogo te indicarán con qué frecuencia debes ir a un examen ocular.
Gotas oftalmológicas
Para ayudar a manejar cualquier inflamación de los ojos (iritis) que puedas desarrollar, tu médico puede recetarte gotas oftalmológicas como los esteroides o dilatadores de pupilas. Es importante preguntar por qué necesitas las gotas oftalmológicas. También averigua si te nublarán la visión temporariamente.
A continuación encontrarás unos consejos rápidos sobre gotas oftalmológicas:
- No uses gotas que hayan cambiado de color o parezcan contener cristales. Algunas gotas oftalmológicas de esteroides son de color blanco lechoso y puedes utilizarlas. Ante la duda, pregúntale a tu médico o reumatólogo.
- No utilices gotas oftalmológicas si se han vencido.
- Asegúrate de que la punta del frasco no toque tus ojos, dedos o cualquier otra superficie.
- Si estás utilizando más de un tipo de gotas, espera de 20 a 30 segundos entre cada uno si fuera posible. A veces es difícil hacer esto y no es absolutamente esencial.
- Asegúrate de sacudir bien las gotas oftalmológicas de esteroides (30 veces) antes de usarlas.
Medicamentos sistémicos para enfermedades de los ojos
En ocasiones las gotas oftalmológicas no son suficientes para controlar la inflamación de los ojos. Es posible que tu médico te recete esteroides orales u otros medicamentos como metrotexato, adalimumab, infliximab o etanercept. Estos fármacos pueden administrarse por vía oral o mediante una inyección para ayudar a controlar la inflamación de los ojos. A veces los medicamentos para tratar el glaucoma también pueden administrarse por vía oral.