El estrés constituye una parte normal de la vida y les ocurre a todas las personas. El estrés es la reacción física y emocional de tu organismo ante algo que desestabiliza tu equilibrio personal. Tu cuerpo interpreta al estrés como un cambio y todo lo que te altera puede crearlo. Como resultado, este estrés puede provocar tensión en tu organismo. El imaginar un cambio o un acontecimiento inesperado también es una circunstancia estresante y a esto se lo denomina preocupación.
Estrés es lo que sientes cuando reaccionas ante la presión. Este puede provenir tanto del mundo exterior (escuela, trabajo, actividades extra escolares, amigos, familia) o desde tu interior (querer que te vaya bien en la escuela o anhelar pertenecer a un grupo). A estos acontecimientos o demandas se los conoce como estresores.
El estrés es lo que sientes en tu interior y los estresores son los acontecimientos o demandas externas.
Todos enfrentamos desafíos y obstáculos. En oportunidades es difícil manejar la presión que significa ser un adolescente con AIJ. Experimentamos estrés cuando nos sentimos abrumados, bajo mucha presión o inseguros acerca de cómo cumplir con las demandas que están sobre nosotros.
El estrés puede ser algo bueno, pero solo en dosis pequeñas ya que puede brindarte el empujón que necesitas y motivarte a que des lo mejor de ti. También puede ayudar a que actúes bien durante un concierto importante. El estrés es lo que hace que te dediques a estudiar para los exámenes de mediados del año escolar cuando en realidad quisieras estar mirando TV o saliendo con tus amigos. A esto se lo denomina estrés bueno.
El estrés puede afectar tanto tu bienestar físico (cuerpo) como emocional cuando lo que estás viviendo se vuelve algo difícil o las demandas de la vida exceden tu habilidad para lidiar con ellas. A esto se lo conoce como estrés malo. El enfoque de esta sesión será en las distintas formas de manejar el estrés malo.
El estrés a menudo pasa desapercibido
La mayoría de los adolescentes afirman que no están bajo mucho estrés. Ellos pueden pensar que el estrés no provoca brotes de AIJ o que hace que empeoren sus síntomas. Es posible que tú también te sientas así. Sin embargo, sabemos que muchas personas no están conscientes del nivel de estrés que sus cuerpos están experimentando. Esto es normal y es posible que se necesite de un poco de atención especial para averiguar cómo tu cuerpo reacciona ante el estrés