Hablas con tu médico o equipo de cuidados de salud, si tienes preguntas sobre los métodos de anticonceptivos o de embarazo y la AIJ.
Anticoncepción
Los métodos anticonceptivos pueden ayudar a prevenir embarazos no deseados. Se sabe que varios de los medicamentos que se usan para tratar la artritis, como el metotrexato, son dañinos para los bebés durante la gestación. Por lo tanto, es muy importante no quedarse embarazada mientras se toman ciertos medicamentos contra la artritis. Habla con tus enfermeras y médicos sobre los métodos anticonceptivos. Hay varios métodos anticonceptivos para hombres y para mujeres, pero tus opciones pueden ser limitadas, dependiendo de tu tipo de afección.
Embarazo
Si quieres quedarte embarazada, es mejor planearlo por adelantado en lugar de que sea una gran sorpresa. Un embarazo es una decisión importantísima para cualquiera. Aún más cuando tienes una enfermedad. Obtén la mayor cantidad de información posible antes de tomar esta gran decisión.
Si deseas tener niños, habla con tu médico sobre cómo la AIJ puede afectar tu sistema sexual y reproductivo. Esto es importante tanto para los hombres como para las mujeres. Más importante aún, habla sobre todos los medicamentos que puedas estar tomando, especialmente durante cualquier etapa del embarazo. Algunos fármacos pueden dañar al feto. Tu médico puede aconsejarte y de ser necesario puede cambiar los medicamentos por otros que sean más seguros para el bebé.
Una historia de esperanza
"Mi preocupación sobre lo que me depararía el futuro comenzó cuando era adolescente. No tardé mucho en darme cuenta de que no podía hacer las mismas cosas que las chicas sin AIJ. Me preguntaba si alguna vez podría tener lo que llaman una "vida normal" ¿Podría ir a la universidad y tener una carrera? ¿Podría quedarme embarazada y cuidar a un niño?
A medida que crecí, me di cuenta de que todo esto era posible. Claro, no pude hacer las cosas del mismo modo que las personas que no tienen AIJ, pero siempre encontré un modo de lograrlo. Simplemente tenía que adaptar las cosas de modo que pudiera hacerlo.
Por supuesto que volví a tener la misma preocupación cuando me quedé embarazada: ¿podría cuidar a mi bebé? Una vez que nació mi hija, me adapté al igual que con todas las demás cosas. Encontré formas de limitar la cantidad de tiempo que debía cargarla con mis hombros doloridos. Usé un portabebés para alimentarla y hamacarla. Me compré un asiento para el auto que fuera fácil de usar con mis manos y muñecas gravemente dañadas. Y para ahorrar energía, durante el día dormía siestas cuando también lo hacía mi hija."
-Laurie, joven adulta