Hay varias complicaciones de la AIJ que pueden afectarlo o no, según el tipo de AIJ que tengas, cuán grave sea y cuán bien se maneje. Las complicaciones pueden afectar varias partes del cuerpo incluyen los huesos, los articulaciones, los músculos y los ojos.
Los brotes no predecibles de la AIJ
A veces, los jóvenes que padecen AIJ pueden vivir meses o años sin que la enfermedad los moleste, pero luego vuelve a hacerlo. A esto se lo denomina un brote. No obstante, la mayoría de los jóvenes tiene altibajos en los síntomas durante muchos años y esto depende del tipo de AIJ que padecen. Es importante recordar que los brotes aparecen y que no se puede prevenirlos. La causa del brote habitualmente es desconocida. Puede ser inquietante ver tales cambios cuando parecía que tu AIJ había mejorado o desaparecido. No pierdas la esperanza. Existen muchos tratamientos excelentes que están disponibles para ayudar a que la inflamación esté bajo control.
Los problemas de crecimiento en la AIJ
Si todavía estás creciendo, tienes placas de crecimiento en los extremos de tus huesos. Dichas placas se fusionarán o cerrarán cuando hayas alcanzado la altura máxima de tu edad adulta. La inflamación de la AIJ puede afectar cómo crece tu cuerpo y causa un incremento del flujo sanguíneo hacia las placas de crecimiento que deriva en un crecimiento más rápido de los huesos en las articulaciones afectadas. Por lo tanto, el lado que ha sido afectado por la artritis puede ser más grande o más largo que el que no lo ha sido. No obstante, a medida que pasa el tiempo, la inflamación puede causar que la placa de crecimiento se fusione o se cierre más temprano de lo que se supone y esto puede causar que el lado afectado sea más pequeño o más corto que el que no lo ha sido.
La inflamación de la mandíbula puede derivar en un mentón más pequeño o con deformaciones. La inflamación de la rodilla puede derivar en que una pierna sea más larga que la otra. En ocasiones, si la AIJ es grave, tu crecimiento general (altura) podría ser lento. Habitualmente tu crecimiento mejorará una vez que tu artritis lo haga.
Algunos de los medicamentos que ingieres para manejar tu AIJ, como ser los corticoesteroides (prednisona), también pueden retrasar tu crecimiento. Mantener un buen control sobre la AIJ por medio de los medicamentos es la mejor forma de evitar estos tipos de problemas en el crecimiento. Tu equipo de atención médica prestará sumo cuidado a tu crecimiento.
Las contracturas articulares en la AIJ
La inflamación causa presión y a veces dolor en la articulación y alrededor de ella. En ocasiones, los jóvenes con AIJ mantendrán la articulación inflamada en la posición más cómoda, que a menudo es en posición flexionada. Si una articulación permanece flexionada por mucho tiempo, tanto los músculos y las estructuras que unen los músculos a los huesos denominadas tendones, se pueden acortar o pueden crecer de manera inadecuada. Como resultado de esto, la articulación se queda atascada en una posición flexionada. A esto se lo denomina contractura articular.
En los jóvenes, a diferencia de los adultos, los cartílagos y los huesos todavía pueden crecer. Esto permite la sanación y la curación del daño articular. La tirantez articular se puede reducir con ejercicios de estiramiento habituales y el uso de férulas. Estas son elementos correctores que ayudan a mantener una articulación (como ser tu rodilla o muñeca) en una sola posición.
A veces una inyección con medicamentos suministrada en la articulación es de mucha utilidad. La inflamación en la articulación puede disminuir de manera rápida a fin de que puedas realizar los ejercicios de estiramiento de forma más efectiva.
Debilidad y pérdida muscular en la AIJ
La debilidad y pérdida muscular alrededor de una articulación inflamada son comunes en las personas que padecen AIJ. Es natural que desees reducir la cantidad de actividades que realizas cuando tienes una articulación inflamada, entumecida y te duele al moverla. No obstante, esto puede derivar en que tus músculos se debiliten. Ellos serán más pequeños si no los utilizas regularmente.
Los ejercicios ayudan a prevenir la debilidad muscular y hasta la pérdida muscular. La utilización de una férula o de un corrector puede que no sea de ayuda porque no permite que tus músculos funcionen de manera adecuada. Conversa con tu médico o con tu fisioterapeuta acerca de cómo puedes mejorar la fortaleza de tus músculos de manera segura.
La osteoporosis en la AIJ
La osteoporosis se produce cuando los huesos se vuelven delgados y débiles, por lo tanto, se fracturan con mucha facilidad. La osteoporosis puede desarrollarse en jóvenes que padecen AIJ por diversas razones que incluyen: no estar activo y no ingerir suficiente calcio puesto que ambos ayudan para que los huesos sean fuertes y saludables. La ingesta prolongada de medicamentos tales como los corticoesteroides puede derivar en osteoporosis, como así también la artritis o la inflamación prolongada de las articulaciones.
Puedes ayudar a prevenir la osteoporosis al estar activo. Tu equipo médico también te puede pedir que ingieras suplementos de calcio y vitamina D. Es posible que necesites que te realicen pruebas de densidad en los huesos o densitometrías óseas de tanto en tanto para controlar tu osteoporosis. Aprenderás más acerca de esto en la Sesión 2 denominada “Cómo entender el diagnóstico.”
Los problemas oculares en la AIJ
Además de las dificultades articulares, la AIJ puede causar problemas oculares que incluyen: uveítis, glaucoma o cataratas. Todos los jóvenes que padecen de AIJ deberían hacer controlar su vista de manera regular con un oftalmólogo o un óptico. El oftalmólogo es un médico con capacitación especial en el cuidado y el tratamiento de los ojos. El óptico es un profesional de la salud que diagnostica problemas oculares. Tu equipo de reumatología te hará saber qué tan a menudo debes visitar a estos profesionales.
Para obtener más información con respecto a la uveítis, el glaucoma y las cataratas visita la próxima página de esta sesión denominada "Problemas oculares."