Es importante que concurras a los controles habituales con tu equipo de atención médica reumatológica. Estos controles ayudarán a fin de que el médico vea cómo está evolucionando la AIJ. También ofrecerán la oportunidad de que tú y tus padres puedan conversar con los miembros del equipo de atención médica.
¿Qué ocurrirá en tus controles habituales?
El médico examinará tus articulaciones y te preguntará acerca de los síntomas que has estado experimentando desde la última visita. También puede preguntarte acerca de tu nivel de actividades y de energía, la asistencia escolar, el humor y el sueño. Además, tendrás la oportunidad de conversar con el doctor y el enfermero para preguntarle todas las inquietudes que puedas tener. De acuerdo con tus necesidades, también es posible que veas al terapeuta físico, el ocupacional o el trabajador social. Puedes hablar con ellos acerca de todas las preguntas o inquietudes que tengas.
Es posible que tu equipo de atención médica pueda tener que adaptar tu programa médico y de tratamiento. También puede que tu médico tenga que prescribir otros análisis sanguíneos o estudios por imágenes en función de cómo ha estado la AIJ y de qué medicamentos estés ingiriendo.
La frecuencia con que tengas que visitar a tu médico dependerá del tipo de AIJ que padeces, de qué tan activa se encuentre y de los medicamentos que se te estén administrando.
¿Por qué es importante concurrir a todos los controles?
En ocasiones, a los adolescentes les resulta difícil concurrir a las visitas a la clínica reumatológica. Ellos pueden sentir que esto interfiere con otras actividades importantes que están haciendo como ser: los estudios, el trabajo, los deportes o pasar tiempo con sus amigos. También puede que haya otras barreras como ser: problemas económicos o que tus padres tengan que pedir permiso en el trabajo.
No obstante, los controles reumatológicos habituales son importantes y no tienen que ver con el hecho de que estés sintiendo poco o mucho dolor. El médico tiene que verificar tu respuesta a los medicamentos y controlar los efectos secundarios. Debes concurrir a tu médico, aunque estés muy bien, para hacerle saber cómo te estás sintiendo. La visita reumatológica es tu oportunidad para contarles al médico y a las enfermeras cómo estás y para preguntarle tus inquietudes. ¡Después de todo tu médico también quiere verte en los buenos momentos!
Si no puedes concurrir a una cita programada, por favor comunícate con el consultorio médico para reprogramarla. Si estás teniendo dificultades para asistir a las visitas debido a ciertos impedimentos como ser: el transporte o problemas económicos, haz que el personal del consultorio conozca la situación. Es posible que puedan ayudarte a encontrar una solución.
En tus controles, puede que tengas citas con diferentes miembros del equipo de atención médica. Esto te puede preocupar porque es posible que tengas que faltar a la escuela o a otras actividades. Intenta trabajar en conjunto con los miembros de tu equipo de atención médica para que las visitas sean todas el mismo día. A algunos adolescentes les resulta útil utilizar un calendario de papel o uno electrónico para registrar sus citas.